Ayer, 8 de junio, fue el Día Mundial de los Océanos, una celebración instaurada por La Asamblea General de las Naciones Unidas a partir del 2009.
Para la ONU, la designación oficial del Día Mundial de los Océanos es una oportunidad para crear conciencia mundial de los desafíos que enfrenta la comunidad internacional en relación con los mares.
El Día Mundial de los Océanos brinda la oportunidad de reflexionar sobre la importancia de los océanos para el desarrollo sostenible de la humanidad. Constituye asimismo una buena ocasión para reconocer numerosos y graves problemas que afectan a los océanos.
La resolución del organismo a conmemorar este día también exhorta a los Estados usuarios y a los Estados ribereños de los estrechos utilizados para la navegación internacional, a que sigan cooperando mediante acuerdos relativos a cuestiones relacionadas con la seguridad de la navegación, prevención, reducción y control de la contaminación procedente de los buques.
El océano es una vasta extensión de agua salada. En conjunto los océanos cubren el 71% de la superficie de la Tierra, siendo el Pacífico el mayor de los océanos. La profundidad es variable dependiendo de las zonas del relieve oceánico, pero resulta escasa en comparación con su superficie. Se estima que la profundidad media es de 4 kilómetros.
El océano está dividido por grandes extensiones de tierra que son los continentes y grandes archipiélagos en cinco partes que, a su vez, también se llaman océanos: océano Antártico, océano Ártico, océano Atlántico, océano Índico y océano Pacífico.
Considerados los pulmones de nuestro planeta, proporcionando la mayor parte del oxígeno que respiramos, los océanos son una fuente importante de alimentos y medicamentos, y una parte crítica de la biósfera.
Así que ten en cuenta de la inmensa importancia que implica su protección. Y no solo hoy, sino siempre, debemos hacer lo que esté a nuestro alcance para cuidarlos.
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